Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), la adicción es una enfermedad cerebral, igual que otros trastornos neurológicos o psiquiátricos reconocidos, como son la enfermedad de Alzheimer o la esquizofrenia. Además, la equipara a otras enfermedades crónicas, como la diabetes, la hipertensión arterial, el asma o el cáncer.
La adicción se caracteriza por:
- Incapacidad para mantener la abstinencia
- Pérdida del control de los impulsos.
- Deseo intenso o ansia de consumo de sustancias.
- Dificultad para reconocer las consecuencias derivadas del consumo.
- Respuestas emocionales disfuncionales en las relaciones interpersonales
Al igual que otras enfermedades crónicas, la adicción cursa a menudo con recaídas. Sin el tratamiento adecuado, la enfermedad es progresiva y puede derivar en discapacidad irreversible y/o muerte prematura. Es una enfermedad neurológica y necesita ser tratada por un equipo interdisciplinario de profesionales. Los pacientes adictos son enfermos recuperables y tras un tratamiento adecuado puede rehabilitarse completamente.
Tratamiento psicológico: Las terapias de corte cognitivo-conductual poseen validez empírica en este ámbito de intervención. Por otro lado, algunas intervenciones en formato de terapia breve pueden ser útiles en el tratamiento contra las adicciones.