Los trastornos de ansiedad son una forma frecuente de enfermedad mental que suelen causar una inquietud y un deterioro importantes, reduciendo la calidad de vida.

La ansiedad y el miedo son experiencias normales que todos experimentamos cada cierto tiempo. El miedo surge ante una amenaza externa identificable (por ejemplo, ante un atraco) y es una de las seis emociones básicas. El miedo se considera fundamental para la supervivencia porque nos prepara para la reacción de lucha-huida ante situaciones de riesgo inminente. Por otra parte, la ansiedad es un estado emocional no placentero que se acompaña de nerviosismo y una sensación de desasosiego. Habitualmente, el miedo aparece en el mismo momento en el que se nos presenta el peligro (por ejemplo, al encontrarnos un oso en el bosque). Mientras que la ansiedad puede aparecer al imaginar el peligro (ansiedad anticipatoria), tras desaparecer la amenaza o sin causa aparente. Tanto la ansiedad como el miedo se suelen acompañar de cambios físicos y conductuales.

Tipos de ansiedad:

  • Trastorno de ansiedad: Se caracteriza por ataques de pánico de extrema ansiedad, inesperados, recurrentes y de duración breve. Entre crisis y crisis, el paciente suele presentar una elevada preocupación e intenso temor a que se repita el ataque de ansiedad.
  • Agorafobia: Miedo y ansiedad ante un número elevado de situaciones donde escapar pueda ser difícil o embarazoso. En casos extremos, puede relegar a una persona a no salir de su casa durante un largo periodo de tiempo.
  • Fobia social: Temor persistente a situaciones de exposición social por miedo a ser analizados por los demás. Aparece una intensa vergüenza a ser valorado negativamente por los demás o a sentirse humillado.
  • Fobias específicas: Se trata de miedos a cuestiones concretas, normalmente relacionada con la sangre, animales, insectos, espacios pequeños, medios de transporte, etc.
  • Trastorno de ansiedad generalizada: Ansiedad y preocupación excesiva en torno a múltiples situaciones. Se trata de una ansiedad no muy intensa, pero continua y ante cualquier factor mínimamente estresante.

Tratamiento psicológico: Primero que nada, se realiza una exhaustiva entrevista con el paciente conociendo su tipo de personalidad y el origen de donde puede provenir su estado de ansiedad. Las técnicas terapéuticas parten todas de la aceptación. Por destacar algunas incluimos las siguientes: Aceptación de sensaciones, exposición y desensibilización sistemática. Toda técnica se adapta a la necesidad del paciente por lo tanto es una terapia muy individual dirigida al paciente que necesita el tratamiento.