La dispareunia o coitalgia es el coito doloroso tanto en mujeres como en hombres. Abarca desde la irritación vaginal postcoital hasta un profundo dolor. Se define como dolor o molestia antes, después o durante la unión sexual.

Causas de la dispareunia:

  • Causas orgánicas o corporales de la dispareunia: deben ser consultadas con un médico especialista.
  • Infecciones, herpes, virus: tanto internos como externos. Un ejemplo puede ser la cándida en las mujeres.
  • Infecciones de transmisión sexual.
  • Verrugas genitales.
  • Endometriosis.
  • Miomas.
  • Malformaciones congénitas.
  • Cicatrices o rozaduras (por un parto, roce con la ropa, hacer deporte…)
  • Reacciones a anticonceptivos.
  • Sequedad vaginal.
  • Causas culturales de la dispareunia: Creencias culpabilizadoras sobre la sexualidad pueden afectar a toda la relación sexual, íntima e incluso amorosa. El desconocimiento asociado al cuerpo y la sexualidad, los mitos y tabúes, alta información sobre infecciones de transmisión sexual que no son contrarrestadas con información beneficiosa sobre el sexo, expectativas erróneas referentes a la penetración, etc., pueden afectar psicológicamente a la persona creando defensas mentales que se traducen en físicas frente a un acto que se considera nocivo. El dolor en este caso sería psicológico, de causa social, pero se somatizaría en el cuerpo.
  • Causas psicológicas de la dispareunia:
  • Estrés, ansiedad: el estrés o la ansiedad son defensas primitivas que nuestro cuerpo utiliza para identificar que hay un peligro del que debe protegerse. Para ello pone a su disposición cada músculo, que tensa para atacar o huir. Es por ello que, al tensar los músculos de Kegel o suelo pélvico, la penetración es dolorosa, puesto que necesitarían estar relajados.
  • Emociones displacenteras y estados depresivos: la tristeza, la melancolía y la depresión son estados de desactivación mental. Cuando estamos pasando por etapas que no producen placer, nuestro cuerpo debe estar consigo mismo, dejando cierto tipo de actividades a un segundo plano. El sexo puede ser rechazado en forma de dispareunia.
  • Percepción negativa del cuerpo: cuando no estamos a gusto con nuestro cuerpo es posible que creemos defensas para no intimar con otra persona. El dolor coital es una de ellas.
  • Problemas mentales y tipos de personalidad: algunas patologías mentales o tipos de personalidad tienen alterada su sexualidad, entre estas alteraciones se encuentra la anorgasmia, la falta de deseo o la dispareunia.
  • Traumas infantiles: las situaciones traumáticas en la infancia modifican normalmente las áreas más significativas de la vida adulta, incluyendo las relaciones sexuales y amorosas. En este caso es necesario explorar qué acontecimientos están afectando a las relaciones sexuales adultas para poder restablecer el equilibrio.
  • Problemas de pareja: todas las disfunciones sexuales se pueden deber a problemas y conflictos de pareja: falta de entendimiento, comunicación y/o empatía, discusiones frecuentes, diferentes metas y objetivos futuros, agresión directa o encubierta, lucha de poder, frustraciones, poco tiempo de calidad en común. La dispareunia se convierte aquí en una forma de rechazo y en una defensa para no estar cerca de la pareja.
  • Miedo a la pérdida de control, al embarazo y a las enfermedades: En general, cualquier miedo relacionado con el sexo generará serias dificultades para la realización de la penetración. El dolor en el coito se convierte de este modo en una defensa que impide el sexo y protege a la persona de no perder el control, de no tener descendencia no deseada o de no contagiarse de infecciones de transmisión sexual.

Tratamiento psicológico y sexológico:

Lo primero que se hace es una anamnesis exhaustiva para entender dónde está el origen de esta disfunción. En terapia se trata de identificar el problema, de dónde proviene, cuándo comienza y cuáles son las mejores técnicas y corrientes psicológicas para resolverlo. Haremos con la mayor delicadeza posible un esquema de quién eres, cuál es tu historia y ciertas características que nos puedan ayudar a resolver tu problema.

Una vez hecho esto nos centraremos en ver qué tipo de creencias erróneas, pensamientos, emociones, miedos o situaciones pasadas pueden haber bloqueado tu sexualidad. Esto lo haremos igual que en el resto de terapias psicológicas que hacemos en el centro.

Además, trabajaremos en mejorar la autoestima y la confianza en ti misma y los demás y aceptar tu sexualidad. Trabajaremos juntos estos problemas mediante las diferentes corrientes que usamos los terapeutas del centro: Cognitivo-Conductual, Gestalt, sistémica entre otros. De este modo podrás entender de dónde proceden las ideas distorsionadas sobre tu sexualidad, y tu dolor en la penetración, de modo que puedan ser trabajadas y resueltas, haciendo que tengas unas relaciones plenas.

También se trabajará en la reparación del vínculo en caso de que detectemos que hay problemas en tu apego y que esto afecte a tus relaciones sexuales, trabajaremos con diversas técnicas para repararlo.

En muchas ocasiones, si lo vemos necesario, acompañaremos la terapia psicológica con algunas técnicas sexológicas que realizarás en la intimidad de tu casa. Solo las utilizaremos cuando estés preparado y tengas confianza en tu terapeuta y en el proceso. Son técnicas sencillas que serán utilizadas poco a poco, respetando tu ritmo, para asegurarnos el éxito de la terapia.