Los problemas de erección afectan en su mayoría a hombres mayores de 40 años, aunque también se presentan en la población más joven.

Es la incapacidad para conseguir una erección o mantenerla con la suficiente firmeza para tener una relación sexual.

Tener problemas de erección de vez en cuando no es necesariamente un motivo para preocuparse. Si la disfunción eréctil es un problema continuo, sin embargo, puede provocar estrés, afectar la confianza en ti mismo y contribuir a causar problemas en las relaciones. Los problemas para conseguir o mantener una erección también pueden ser un signo de una enfermedad no diagnosticada que necesita tratamiento y un factor de riesgo de enfermedades cardíacas.

Entre los factores emocionales que pueden conducir a problemas de erección encontramos estrés, ansiedad, miedo, ira, sentimientos de fracaso e incertidumbre. Los problemas en la pareja como la mala comunicación, expectativas sexuales poco realistas pueden ser otras causas de esta disfunción. Comer poco saludable, problemas económicos o familiares también pueden influir.

Tipos de disfunción eréctil:

Disfunción Eréctil Primaria: el hombre nunca en su vida ha tenido una erección. Estos casos son extremadamente raros y se deben a problemas o malformaciones físicas.

Disfunción Eréctil Secundaria: El hombre ha tenido erecciones normales en el pasado, pero no actualmente.

Disfunción Eréctil Situacional: El hombre es capaz de obtener una erección en determinadas situaciones específicas, pero en otras no.Disfunción Eréctil Generalizada: Ocurre cuando el hombre no puede obtener erecciones de ninguna manera ni en ninguna circunstancia. En estos casos es posible que exista un problema físico o médico que sea la causa de la disfunción eréctil.

Se estima que la mayor parte de los casos de disfunción eréctil que aparecen en hombres de menos de 75 años, tiene una causa psicológica. Existen distintas claves que pueden indicar que la erección se está viendo afectada por factores psicológicos, como por ejemplo si los problemas de erección son selectivos o situacionales (la erección tiene lugar con normalidad en unos momentos, pero no en otros) o si se tiene problemas para mantener la erección durante el acto sexual, pero ocasionalmente se producen erecciones espontáneas (por ejemplo, durante el sueño o al realizar otro tipo de actividades sexuales).

Tratamiento psicológico y sexológico:

Si se ha descartado que exista una causa física de la disfunción eréctil, lo más adecuado es acudir a un sexólogo.

El tratamiento psicológico de la disfunción eréctil tiene una elevada eficacia, especialmente cuando el problema aparece de forma aislada y no asociado a otros factores físicos. En estos casos, el tratamiento de la disfunción eréctil se basa principalmente en la reeducación de los comportamientos y actitudes sexuales, la focalización sensorial y el manejo de la ansiedad asociada al rendimiento sexual.

En los casos en que la disfunción eréctil se relaciona con otros problemas derivados de la relación de pareja, o con otros problemas psicológicos, etc. es importante que el psicólogo evalúe la forma en que dichos factores contribuyen al mantenimiento del problema para incluirlos también en el tratamiento.